noches
(1976)
AEROPUERTO
Nada hay tan desolado
como un aeropuerto al amanecer.
Si alguien dormita,
si parece que alguien
lee,
si se encienden las
pupilas rojas que indican la salida
de algún avión:
si Londres, si Ginebra,
si Río, si Santiago;
si te llaman por los
altavoces,
si llegas acezando,
si pronuncias
un nombre: si abrazas
y te odias,
si te queman las palabras
que has guardado,
si el dinero que circula
entre un señor
y otro señor.
................No
hay nada
tan desolado como un
aeropuerto al amanecer.
Porque todos saben
que tienen que partir, y no lo saben:
deben viajar hacia
otros cielos, llegar hasta otras tierras,
y a eso llaman partir.
Pero no saben, o quieren
olvidarlo,
o simplemente les da
náuseas,
que no hay sino partidas
desde que llegamos a este mundo,
y una sola gran partida
donde no hay mano que
te ayude, ni instrumentos de vuelo,
ni tripulación
que vele el largo viaje.
Y de pronto se han
ido los viajeros,
cruzan soñolientos
los pilotos.
Y como ya te has despedido
y te quedas sin compañía
en el inmenso edificio,
parece que alguien
te llama
en la desolación
que nace de todo aeropuerto cuando comienza a amanecer.
|