noches
(1976)
ESTE ES EL FIN
DEL CRISTO ABANDONADO
Este es el fin del
Cristo abandonado,
el fin de la lanzada,
el clavo y el vinagre,
el nunca más
de la Resurrección,
el siempre de la muerte
en el Sepulcro,
el fin del pan que
multiplica
la sangre, el fin del
buen ladrón y Magdalena,
el fin del hombre Lázaro
sin muerte.
Este es el fin del
traidor en Judas,
del cobarde en tu Juan,
el fin de la ramera
perdonada,
la huida en mercader
y a latigazos,
el balbucear del rico
que entra al cielo
cada cien mil
años, y el sisear del pobre
descoyuntado a huesos
por el rico.
Esta es la fuga
a noches en el asno,
el apagarse de la estrella,
el reventar de los
belenes, el estallido
de la pregunta que
no dice
José de Arimatea.
Este es el fin
del centurión
y de los lirios
del campo (mirad los
lirios del campo, y Salomón con toda
su gloria no pudo alimentarlos).
Este es el fin: buscadme
ahora,
decidme ahora que no
sea
el fin de la
Palabra
(en el principio la
Palabra, en el principio
las tinieblas que jamás,
se van), y el río
que a los mares
se va, según
el Cristo, y el Cristo no regresa:
se va, se fue: lo dejo
escrito
a ver si no es el fin,
a ver si en esta noche
Tú no me has
abandonado.
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