fénix
de madrugada (1996)
AL SALIR DE UN
CAMPO DE CONCENTRACIÓN
De nuevo estás
aquí, frágil anémona:
te acercas suavemente
y en tus manos
alzas el cáliz
destellante:
toda la noche te ilumina.
Viento eres tú
que me conmueve,
viento que se arrodilla,
luces, olas y espumas.
Me levanto y me limpio
del dominio del sapo,
con la infernal rojez
bajo mis párpados,
plutónicos destellos
que aún me ciegan.
Pero oigo la zampoña
de los muertos
que suena en mis oídos.
Hipnótico fulgor,
pétreo era el ojo
de la Gorgona: cómo
poder borrarlo. Pero
tú lo borras.
Deja besar tu rostro:
deja que ahora roce
tus manos en mis ojos:
limpia y viva
estás aquí
otra vez.
................................En
la quietud me tocas
el corazón para
calmar sus fuegos,
niña Nausica.
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