fénix
de madrugada (1996)
LA VISITA
Huí de mi
país porque a mi casa
se acercan ya los asesinos.
Abro la puerta en otra
tierra y pasa
la niebla con sus dedos
repentinos.
Se sienta aquí
sobre una silla sola,
me mira sin mirar y
se desliza
como el sudario de
una ola.
La niebla tiene sal
y tiene prisa.
Y luego borra muros
y ventanas,
mañanas y mañanas
y mañanas:
me borra todo con su
voz borrosa,
me dice aquí
con su pisada trunca
lo que hay de nunca
en la palabra nunca.
La niebla y yo somos
la misma cosa.
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