destierros y tinieblas (1963, 1965,1995)

 

INVOCACIONES A NUESTRA SEÑORA DEL APOCALIPSIS

 

Primera invocación

Dame tu paz y el poder de tu torre
que levantada rasga el firmamento.
Déjame hallar el día de tu Verbo, la roca
donde se estrella el puño de la noche.
Envía hasta mis sombras las solares escalas
de tu poder, los ríos inmortales
de su sabiduría.
Rompe el trono de cieno. Limpia el ojo. Destruye
sobre mi corazón los gélidos anillos.
Tú, sangre de David.
Espejo de alegría.
Morada del Señor.

Haz que mi cuerpo siga tu madrugada. Canten
tus soles en mi mesa.
Que no despierte a solas en la noche mirando
las redes fabulosas del pasado.
Y cuando me hunda y me hunda sobre tus huellas, deja
que los cegados perros de mis palabras busquen
el prodigioso pie de tu ternura.
Cántico de la tierra.
Estrella de los vientos.
Cuna que abarca el mundo.

Guía mi mano sobre las montañas y el mar.
Sostén mi mano cuando la jauría
de la noche penetre hasta mis huesos.
Y cuando venga el viento de las turbias astillas
levanta el invisible muro de tu mirada.
Funde
los pétreos latigazos de la carne.
Llave del desterrado.
Puerta para los parias.
Norte lustral del ciego.

Todo es noche en el mundo. Tu sol descienda al mundo.
Todo es noche en el hombre. Tu sol descienda al hombre.
Mantén la investidura del planeta, los ángulos
de la tierra que ya se desmoronan.
Y ruega por nosotros en la ira del juicio.
Y pide por nosotros
al fruto inmarcesible de los tiempos.
Cimiento de los orbes.
Bahía donde el mundo se refugia.
Soplo y eternidad de la esperanza.
Crezcan ríos gloriosos que a través de las llamas
suban y suban: lleguen
hasta la majestad de tu regazo.
Y ruega, Madre, ruega por nosotros
ahora y en la hora de la muerte.
Ruega
para que el mundo destruya sus mortales sellos.
Ruega
en las postrimerías de la noche.
Ruega
cuando los relámpagos florezcan en los ojos
de los resucitados.
Ruega
y ruega por nosotros
ahora y en la hora que se acerca.
Virgen del fin del tiempo.
Mano que ahora sujeta la cólera del Padre.
¡Los cuatro vientos sostienen sobre los ojos del cielo
tus imperiosas manos que salvarán la tierra!

 

Tercera invocación

Madre Final: desciende de tu cuerpo.
La oscuridad es fuego en nuestros brazos.
Cae el agua que nace del silencio.

Madre Final: el sol plañe en el cielo.
Simientes de tinieblas nos rodean.
Cae el agua temblando en el silencio.

Madre Final: tu puerta en el destierro.
El cáncer del reloj se ha detenido.
Cae el agua de luz bajo el silencio.

Madre Final: ¿nos sigues sosteniendo?
Los muertos recobraron el salario.
Cae el agua nocturna del silencio.

Madre Final: el pobre está desierto.
Harapo el oro fue sobre los panes.
Cae el agua de sangre en el silencio.

Madre Final: el polvo está muriendo.
Los átomos se nutren de la fosa.
Cae el agua y renace del silencio.

Madre Final: sostén al mundo yerto.
La muerte se ha sentado en los umbrales.
Cae el agua en el agua del silencio.

Madre Final: la furia del estiércol
brota sobre las uñas de la usura.
Cae el agua cristal sobre el silencio.

Madre Final: descíñenos del tiempo.
Despójanos los cuerpos exilados.
Cae el agua y se funde en el silencio.

Madre Final: no volverá el recuerdo.
No llamarán los tímpanos del año.
Cae el agua con agua del silencio.

Madre Final: el lino de tu cuello
levantará los muros de la carne.
Cae el agria en el óleo del silencio.

Madre Final: tu mano abrió los sellos.
El cáliz floreció sobre tu boca.
Cae el agua que siembra en el silencio.

Madre Final: la llama abrió tu espejo.
La ira del lagar cedió en tus ojos.
Cae el agua en las sienes del silencio.

Madre Final: los degollados fueron
vítores solitarios de tu alteza.
Cae el agua que mana del silencio.

Madre Final: el puño de los truenos
dormido está en el lirio de tus dientes.
Cae el agua que se oye en el silencio.

Madre Final: se ha levantado el viento.
Ungida está la noche por el alba.
Cae el agua y penetra en el silencio.

Cae el agua final sobre el silencio.
Cae el agua solemne del silencio.
Cae el agua escondida en el silencio.
Cae el agua de vida en el silencio.

 

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