otro
continente (1957)
LA TIERRA NUEVA
Océano en la
noche.
...............................Parece
que es un ruido
de voces ignoradas;
las flores de la espuma
desaparecen; se hunden
los pétalos salados;
las hojas crecen blancas
hacia la muerte.
........................................................Fría
luna se mueve, llama.
..............................En
esta enorme tierra
todo parece mar: y
hay gritos en las islas:
despedazados signos
de volcanes: ciudades
fantasmales, risibles
-tan pronto levantadas
al soplo matemático
del martillo perpetuo,
tan pronto amenazadas
por los huesos ruinosos
del cemento-: aceros
aplastados, mordidos
por los truenos de
rocas y temblores: cimientos
vasallos, derrotados
por la sal que carcome
las playas, inestables
babeles irrisorias.
Bajo la vasta noche
americana un hálito
de cenizas agónicas
vuela sobre los hombres
marcando sus gargantas.
...................En
tinieblas de nuevo
siento voces marinas.
.............................Trepa
el agua a mi boca.
Sobre el pan sopla
el Ojo; las mareas del sueño
dejan llover la
luna en las habitaciones
de la nieve y los
páramos, en los bosques sombríos
de los lechos.
..................Descansan
las frentes solitarias
construyendo futuros
sin pasados.
..................................................Las
telas
lunares cubren muertos;
la maraña que teje
el planeta desciende
con los ríos bermejos
de las vidas fugaces.
..................................¡Sopla,
llave nocturnal!;
¡fluye, llanto del
año!; ¡azota, voz, las costas!;
¡tenuemente recorre,
sueño, todos los ojos!:
¡llave, llanto,
marea del sueño, 1uz insomne
corren bajo los
cielos de América y se hunden
en la terrible
mano que no tiene principio!
¡Te, buscamos, enorme
silencio de los panes
y del vino marcado,
cuando solos vagamos
en las calles de
otoño, tras las huellas de junio!;
¡te buscamos, partimos
a los barcos lejanos!
¿Dónde, en
qué parte tu rostro aparecía?:
¿cuándo,
cómo pedimos por el agua fulgente,
por tu amor, por
tus ojos?
.........................Tú
eres ese silencio
que en la noche
se escucha pero que nadie oye:
y tú palabra
cae muda bajo los cielos
dilatados. Algunos
desterrados te hallaron
porque buscaron
algo que amar: y era un principio
para entender tus
voces.
.........................¡Y
así subieron solos!
Fría luna se
mueve, desciende en las corrientes,
roza, se alza, sumerge
su rostro. Tiembla sola
una lágrima
ingente de suelo ensangrentado.
El Árbol está
lleno de sangre: sus raíces
sólo sacan arroyos
moribundos. Los dedos
lunares iluminan las
ramas cenicientas
que se mueven terriblemente
solas. El viento
sopla muerto y retorna.
Y mientras todos duermen
el amor agoniza
en el Árbol. Entonces
con insolencia negra
el agua delirante
movió del mar
las valvas, la vastedad que el tiempo
explora entre las
playas de este rincón del mundo.
Los sonidos lejanos
de cuernos neblinosos
bajaron a las rocas.
¿Fuimos creados sólo
para un día?
¿Avanzamos en la noche cantando
para un día
tan sólo? ¡Es el rincón extremo
el que nos llama, gritar,
es un eco impetuoso,
una boca que arroja
la palabra, la sílaba,
sin encontrar respuesta!
..................................¿Cuándo
fuimos nosotros,
cuándo fuimos
entonces, en el ayer?
..................................................De
ayer
a hoy pasan mil
años y mil años se hunden
en el oscuro pozo
de un instante.
...............................................Las
vidas
tienen en nuestras
costas ancianidad de tiempo
y eternidad de
infancia: y en el presente somos
hijos, frutos sin
padre perdidos en las costas
rocosas del Pacífico.
.....................................Diariamente
morimos
moviéndonos,
viviéndonos en esta tierra donde
todo es extraño
y solo.
........................................Todo
lo que sabemos
de tu matriz es
esto: recuerdos de un momento
en que te conocimos,
y desde entonces otro
instante en que
cambiaste y nos dejaste un rostro
distinto, nuevo.
Entonces, ¿qué vamos a decirte,
si ya eres otra
-¡otra!- cuando apenas comienzas
a ser?
..............El
pestilente tremedal se coloca
entre nosotros para
separarnos, dejarnos
solitarios, ajenos.
....................................Es
otra noche: sombra
distinta en que no
se abren ventanas, las bahías
con el batir del ala
rutilante.
.............................................Es
el vaho
mefítico.
.................Lejanos
los alientos destruyen
las nubes derrotadas.
....................................Del
pantano profundo
arriban los insectos;
los élitros fulguran
con tonos espectrales;
palúdicas espaldas
se agitan en el limo
cargando las monedas;
garras cruzan sombrías
arañando la orilla
de la selva, el desierto,
la sabana, la pampa;
dientes furiosos muerden
los témpanos antárticos.
Es la legión
sin número. Sobre el pantano un hálito
caliente envía
miasmas sobre las caras hoscas.
Llueve de nuevo. Llueve.
.....................................Siento
un hueco en el año.
Duermen todos; descansan
las frentes.
..........................................................Y
el planeta
camina oscuramente,
trabaja en la penumbra.
El río americano
fluye extraño a los mares
que ignora.
.....................Sobre
el cielo viene ahora el silencio:
confusamente nace
por todos los principios
de la tierra; es el
mismo que arderá hasta que estalle
la copa de la nieve
por la mano del fuego.
Así fue descubierta
tu matriz; la primera
bandera fue clavada
con terrible silencio.
El Atlántico
espera las proas.
.................................................En
las calles
de Europa indiferentes,
desamparado estabas,
desvalido, insultado;
y aquí entonces supiste
-para ti, ¡oh viajero!,
para ti, ¡oh encontrado!-
que en tu lengua
traías la derrota destierro
de la muerte, y
alzabas las manos temblorosas
de la Reina. ¡trajiste
la palabra y los peces,
y con ellos quitaste,
dividiste la muerte,
desatando el sepulcro
encadenado.
..................................................Luego
llegaron otros.
Pero no fue todo cumplido.
Solloza el río.
Llora. No duerme nadie, nadie.
En la orilla hay monedas
de búfalos plateados
que beben lentamente
las aguas desoladas.
A veces la Paloma
se paraba en los valles
sanguinolentos, hoscos;
a veces ascendía
jubilosa hacia el Arbol.
................................Dos
lágrimas nacieron
de su sollozo. Palas
cavaron.
..............................................En
la noche
pasa el mar. No es
la sal: es un ruido de llantos
y de puertas que cierran
violentamente. ¡Gritos
pueblan el suelo!
...........................¡Se
oye caer la sangre!
..........................................................¡Plata
de yataganes se hunde
en la garganta anónima!;
¡el oro rueda insomne
sobre la mano nueva!;
¡se abren ciudades
muertas!; ¡sangra el tráfico oscuro!;
¡colocan en los mapas
las muertes y las vidas!;
¡catalogan, registran!;
¡un aliento de máquinas
cruza el cielo de
fuego destruyendo las calles!
¡Huid, huid,
avaros, el tiempo está en peligro,
llorad en las miserias
que os amenazan: toda
vuestra riqueza gime
comida del orín!;
¡por la polilla caen
vuestros vestidos!;
¡los segadores gritan
y el grito llega al cielo!
¡Huid a las montañas:
el fuego viene!
................................................................Oigo
el mar en la distancia.
Son las alas sulfúreas;
se preparan los rostros
bestiales, y los sacos
de oro vuelan furiosos
sobre las calles nuevas.
¡Cayó el
amor: el Arbol se estremece en la noche!:
¡se derrumba el
costado en los hombros del mundo!:
¡qué gran
desierto negro, qué montaña purpúrea
para el amor, qué
trazo de ternura arrojado
en el pozo de estiércol!,
¡qué ausencia de las alas!,
¡qué nacimiento
lúgubre de un sueño descubierto
a la vejez del tiempo!
..............................Canta
el río.
................................................De
nuevo
las puertas de raíces
se movieron; las manos
de los muertos -abuelos
de las semillas hoscas
del nuevo continente,
de la nube y el trueno-
asomaron pidiendo el
fin del enemigo.
El viento sopla frío
y soledad: mareas
cubren muertos, fugaces
vidas bajo los ríos.
¡Te buscamos, inmenso
silencio de los trigos,
en las calles perdidas,
tras los bancos helados!;
¡te buscaron, partieron
a los pozos lejanos!
¡Y así subían
solos!
.............................Llueve
desde la ausencia.
El Árbol tiembla
enorme bajo la lluvia; nubes
amenazantes borran
el horizonte frío.
Sólo hay sed
y abandono.
....................................No
duerme nadie, nadie.
¡Clavan, clavan aullando,
danzan enloquecidos
alrededor del Árbol,
escupen de los dientes
los cenicientos viernes!
....................................¡Clavan,
clavan el beso
de la ternura!
...................Sangre.
................................Sólo
hay sed y abandono,
y sed abandonada. No
duerme nadie. Nadie.
El mundo está
desierto. Rueda el mar.
..........................................................En
el Árbol
se oye girar la muerte.
...........................................Un
diente negro roe
los cimientos del polvo.
....................................Desde
el fondo del tiempo
oigo toda la
noche caer sobre la tierra.
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